¿Se te carga el cuello, la espalda u otro músculo con mucha frecuencia? ¿Eres de los que se lesiona una y otra vez en la misma zona? La mayoría de estos problemas son debidos a desequilibrios en nuestro sistema neuromuscular, que pueden ser corregidos con las técnicas de activación muscular. Te estarás preguntando qué es exactamente eso. Las Técnicas de Activación Muscular (MAT) tienen un enfoque muy distinto al tradicional y son relativamente recientes. Nacieron en Estados Unidos en 2001 de la mano de Greg Roskopf que, después de más de 15 años de trabajo e investigación, revolucionó muchos planteamientos relacionados con los desequilibrios musculares y mecanismos de lesión músculo-articular. El principal objetivo de la activación muscular es el equilibrio en el sistema neuromuscular, es decir, la correcta comunicación entre sistema nervioso central y los músculos. Sus técnicas se basan en identificar y equilibrar los desequilibrios musculares para así mejorar y hacer más eficiente la acción muscular.
Las terapias convencionales se centran en las zonas de tensión muscular o en las que el paciente siente dolor. Todo lo contrario ocurre con las técnicas de activación muscular, en las que se entiende y trata la tensión y dolor muscular como un síntoma en lugar de ser la causa del problema. Para las técnicas MAT, la tensión muscular es una respuesta en forma de protección a la debilidad muscular. Pongamos un ejemplo: Imaginemos que uno de los músculos que ayudan a realizar la flexión de cuello se encuentra debilitado, el sistema nervioso central notará esa inestabilidad y ordenará al resto de músculos, que actúan en la flexión de cuello, que se tensen con el fin de proteger el cuello de la inestabilidad detectada. ¿Qué es lo que se acostumbra y se recomienda hacer cuando notamos cargado o tenso un grupo muscular?: Estirar esa musculatura. Esto es bueno en cierta medida pero si la inestabilidad que está en el origen de la lesión no se localiza y equilibra, la musculatura se tensará de nuevo.
Si corregimos la debilidad que está en el origen, el cuerpo gana estabilidad y equilibrio, lo que provoca una inmediata relajación de la musculatura tensa, pues ya no es necesario que proteja la articulación donde antes existía una inestabilidad. El resultado final es una mejora en la estabilidad y en la movilidad articular. Con las terapias tradicionales se puede incrementar la movilidad, aunque si la debilidad muscular persiste, el cuerpo continúa sintiendo la necesidad de protegerse y la musculatura se volverá a tensar.
Una debilidad estructural no implica necesariamente que el músculo esté débil a nivel estructural, también es posible que exista una mala comunicación entre músculo y cerebro, es a lo que se llama inhibición muscular. ¿Por qué se inhibe la musculatura? Puede deberse a múltiples factores: sufrir un trauma, estrés, repetir posturas forzadas de un modo continuo, exceso de actividad física o sedentarismo, entre otros. Nuestro cuerpo, a tenor de lo que muchos puedan pensar, es inteligente y cuando detecta una conducta o gesto repetitivo que puede conducir a lesión, «desconecta» la musculatura que se sobre utiliza disminuyendo su capacidad contráctil, como si de un ordenador se tratase. En todas estas situaciones la musculatura debe tener un descanso adecuado, de no ser así puede producirse la inhibición de ciertos grupos musculares. Una inhibición a largo plazo puede llevar a lesiones como artrosis o tendinitis. Si los músculos no pueden estabilizar las articulaciones de un modo adecuado, entonces habrá un desgaste excesivo en las superficies articulares corriendo el riesgo de sufrir artrosis.
Lo mismo ocurre con el exceso de tensión prolongado, hay un alto riesgo de sufrir tendinitis. Pongamos un ejemplo fácil: imaginamos una empresa de mecanizado. En ella hay 5 trabajadores que hacen eficientemente su función y 3 que no trabajan al mismo ritmo. Como la empresa tiene que sacar resultados, para mantenerla a flote, los 5 trabajadores eficientes deben hacer su trabajo más el que lo 3 trabajadores «vagos» no realizan. Como resultado, los 5 trabajadores eficientes se cargan de estrés. ¿Cuál es la solución? Enviar a un balneario a relajarse a esos 5 trabajadores, puede estar bien, pero si sus tres compañeros poco eficientes continúan si realizar su trabajo, volverán a estresarse en cuanto vuelvan a la empresa. La auténtica solución es conseguir que todos los empleados hagan el trabajo que les corresponde. Las técnicas MAT reajustan las comunicaciones entre musculatura inhibida y sistema nervioso central para conseguir una función muscular eficiente.
Hemos explicado el método MAT de un modo muy simplificado, en realidad incluye muchos más rangos y factores y es mucho más completo. Tanto, que solo hay 11 activadores musculares certificados en nuestro país. Los activadores musculares son profesionales especializados en el conocimiento del sistema neuromuscular.
Como se trata de una técnica nueva, muchos deportistas no tienen claro cómo ubicarla:
¿Sirve para rehabilitación de lesiones, para deporte de alto rendimiento, para que cualquier deportista evite lesionarse? La activación muscular es óptima para todo.
Lo ideal sería no esperar a que aparezca el dolor y llevar nuestro cuerpo «a revisión», como hacemos con el coche, cada cierto tiempo para obtener una estructura fuerte y conectada, en este caso el método MAT sirve para prevenir lesiones. A un deportista de competición, este método le servirá para optimizar sus acciones: gracias a una mejor conexión entre músculo y sistema nervioso, sus respuestas serán más rápidas y su acción muscular mucho más precisa y eficiente.
A un deportista lesionado, que sufra un daño estructural, la activación muscular ayuda a estabilizar la articulación con el correcto equilibrio neuromuscular, lo que acelerará el proceso de recuperación y evitará recaídas.
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Daniel López y Alejandro Marcet – 09/09/2013
Artículo Original, Fuente: Sportlife