El Mundo – «Activación muscular para ganar movilidad»
Publicado el 8 julio 2016, por Pedro López

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Nació hace más de 15 años en EEUU, y aunque no es muy conocido en nuestro país, es un complemento efectivo para tratar y prevenir lesiones sin ningún tipo de dolor. José Carlos Fernández es entrenador personal y uno de los pocosactivadores titulados que hay en España. Lo define como «un conjunto de técnicas que buscan inhibiciones musculares y desequilibrios que provocan falta de control motor». Por su camilla, en Pozuelo de Alarcón (Madrid), pasa un público muy heterogéneo: «Todos estamos expuestos a esos desequilibrios motores, ya sea una persona que está fregando el suelo y le genera una sobrecarga o un deportista de alto rendimiento», justifica.

A diferencia de las terapias convencionales, que se centran en las zonas de tensión muscular o en las que el paciente siente dolor, éste es «un sistema donde el dolor es considerado un signo de alarma, no el origen del problema en sí», aclara José Carlos. Aunque los fisioterapeutas no terminan de verlo con buenos ojos, algunos ya lo están aprendiendo por su efectividad, según revela el activador, que señala la principal diferencia entre ambas disciplinas: «La activación es un proceso no médico que trata de optimizar el funcionamiento del sistema neuromuscular. Al mejorar esa comunicación, el exceso de tensión muscular se reduce».

El equipo de ZEN también se ha puesto en sus manos, y aunque el resultado parece inmediato, el activador incide en la importancia de llevar a cabo una rutina: «Para que esos cambios se afiancen necesitamos un período de adaptación». Con cuatro o seis sesiones los pacientes ya notan un gran cambio, y a partir de entonces, se combina el trabajo con un entrenamiento específico guiado por el activador. Entre sus pacientes, recuerda con satisfacción uno en concreto: «Una señora vino porque le dio un ictus y no podía ni peinarse de los temblores que tenía, y terminó las sesiones echándose ella misma su medicación en la cuchara. La mujer ahora sigue con el proceso de recuperación, pero en las pequeñas cosas del día a día lo notó».

LAS SESIONES

Para localizar la lesión, primero se realiza un «test de rangos». Según explica el activador mientras lo ejecuta, «comparamos rangos de movimiento: yo mido tu brazo y veo hasta dónde llega, y eso me da pistas para saber por dónde trabajar». Ese proceso se realiza por todo el cuerpo para ver dónde están los fallos de asimetría.

Una vez localizados los rangos que no funcionan, se hace el «test de fuerza», comprobando la respuesta del músculo en cuestión ante las órdenes del cerebro. Cuando se encuentra esa debilidad, el siguiente paso es la palpación, que como su nombre indica consiste en un leve masaje en los puntos clave. «De esta forma estimulamos el sistema nervioso», explica José Carlos. Inmediatamente la complicación muscular se resuelve.

Por último, después de devolver la comunicación a toda la cadena muscular, se vuelve a comparar rangos por si se ha producido algún cambio, «si sigue descompensado volvemos a repetir el ejercicio, y cuando conseguimos que sea estable empezamos a meter entrenamiento para que ese nivel de tolerancia al estrés aumente«.

José Carlos insiste en la necesidad de tratar las dolencias antes de que lleguen a más: «Ahora son molestias, pero se pueden convertir en hernias cervicales, pinzamientos… En estos casos no se corrige el problema, pero ayuda a aliviar los dolores». De igual forma sucede con la rehabilitación después de una operación: «Hay una parte que hace el fisio, eso es incontestable, y por otro lado, esto ayuda a que la recuperación sea más rápida«. Para los deportistas, el activador aconseja tratarse incluso sin molestias, como prevención, y para el resto, no dejar que el dolor perdure, activarse.

EL MUNDO – LORENA GAMARRA

Noticia Original, Fuente: EL MUNDO