¿Has notado alguna vez que cargas más un hombro que otro? ¿Que te duele una pierna y la otra no? ¿o que tienes más fuerza en uno de los dos brazos? Pues quizás este desequilibrio se deba a que utilizas más unos músculos que otros inconscientemente. Todo ello debido a unos vicios que has ido adquiriendo a lo largo de tu vida y que, sin darte cuenta, hacen que la fuerza que imprimes en los movimientos, en cargar peso, etc. no sea la misma. Para volver a equilibrar las tareas de cada músculo es necesario activarlos de nuevo, ahora la cuestión es saber precisamente cómo hacerlo, algo que no es tarea sencilla si no sabemos cuál es el músculo que no está cumpliendo su cometido.
Alberto Torres, biomecánico y especialista en activación muscular en Activación Muscular Training, lleva varios años trabajando en la activación muscular, y él mismo la define como «ejercicios que permiten valorar y corregir desequilibrios musculares». Según explica Torres, estas técnicas tienen su origen en el deporte profesional en Estados Unidos y se empezaron a aplicar allí hace más de 15 años. En España llegaron hace seis.
Según explica el biomecánico «En el fútbol americano es normal que se tenga que estar corrigiendo y activando los músculos ya que estos están sometidos a mucha presión, ese fue el germen de esta disciplina. Sin embargo, aquí en España, la mayor parte de la gente que acude a nosotros son sedentarios que no utilizan bien su musculatura». Este sedentarismo causa que los músculos con los que más se tiene que trabajar son con los que conforman la columna y el hombro. «El 80 por ciento de nuestro trabajo es reactivar la columna. La gente suele pasar muchas horas sentado o de pie y la columna sufre mucho causando dolores de cuello y lumbares», argumenta Torres, quien además añade que la cadera y la rodilla también suelen necesitar cierta reactivación debido a vicios a la hora de caminar.
Las sesiones suelen ser de una hora y se hacen de forma manual. El biomecánico insiste en que, al tratarse de una atención personalizada, el tiempo dedicado a la activación puede variar dependiendo de la persona. «Una vez por semana está bien si luego se realizan correctamente los ejercicios que se proponen para hacer en casa, si no, sería conveniente trabajar con el monitor dos veces», argumenta. En cuanto a la duración, el biomecánico vuelve a hacer hincapié en que cada persona es un mundo. Si el músculo lleva trabajando mal mucho tiempo costará más activarlo. Aquí entra en juego el cambio de patrones, algo que se debe realizar poco a poco para que no se repitan los vicios una vez se sale de la sesión. «Se considera que dos o tres meses es lo óptimo, pero puede venir alguien que en tres o cuatro sesiones esté totalmente reactivado, pero siendo realistas, en un porcentaje muy alto se necesita una continuidad», asiente.
Los beneficios saltan a la vista. En palabras del especialista, «a nivel físico mejora la estabilidad articular y eso conlleva un mayor control de las articulaciones, una mejora de la movilidad y una desaparición de las molestias». En el plano psicológico también se mejora. Torres explica que un problema que se deba a una mala función muscular, un psicólogo no lo detecta ni lo trabaja por lo que no le puede dar solución.
No es rehabilitación
Aunque esta técnica hace un profundo trabajo con el músculo para que vuelva a activarse, el especialista quiere dejar claro que la activación muscular no tiene nada que ver con la rehabilitación. «Nosotros no somos personal sanitario, en nuestro equipo hay gente licenciada en educación física y también algún fisioterapeuta pero nosotros no tratamos patologías», asegura. Mejorar la función muscular parte de activar un músculo que está sano. «Cuando la gente viene con algún tipo de lesión, nosotros lo que hacemos es derivarlo a otro profesional». Es natural que se produzcan lesiones en los tejidos, pero, tal y como indica Torres, eso debe curarlo un profesional de la medicina. Una vez el músculo está recuperado, ya se pueden aplicar estas técnicas.
Una sesión paso a paso
1. Valoración de rangos de movimiento. Las técnicas de activación muscular deben comenzar con una valoración de rangos de movimiento en las que se somete a los distintos músculos a examen. Se buscan asimetrías, es decir, ver qué músculos funcionan más que otros y cuáles están por debajo de sus funciones. Un ejemplo es medir la flexión del hombro derecho con el izquierdo, si no están funcionando de la misma manera o no rotan igual al ir a coger algún objeto significará que estamos ante una asimetría.
2. Test específicos. Se intensifica la búsqueda de esos pequeños desajustes que puede haber entre las funciones de dos músculos que son iguales. Los conocimientos en biomecánica del personal permiten aislar lo máximo posible el músculo examinado y en posiciones muy específicas se trata de averiguar donde está el fallo. En el ejemplo del hombro, hay que mirar que si su flexión está muy limitada, deberemos revisar la rotación interna, si gira bien y cómo responden las fibras musculares. Se espera que la maquinaria responda al instante porque si hay un retraso en la activación ya hay un problema. Por otro lado, también habrá que controlar la tensión del músculo, el nivel de fuerza que es capaz de soportar y que la respuesta sea rápida y equilibrada a ese nivel.
3. Trabajar con el músculo. Una vez realizados los test específicos para cada músculo en los que se han detectado los problemas, la sesión continúa con el trabajo muscular, algo que los especialistas de Activación Muscular Training llaman ‘el reajuste’. Mediante técnicas de palpación se busca mejorar el nivel de comunicación entre el sistema nervioso y el músculo estimulando sus receptores. Esto se hace tocando unas terminaciones musculares que mandan señales al sistema nervioso y reactivan su función. También se incluyen ejercicios isométricos de aplicación de fuerza para encontrar esa comunicación dándole pequeñas dosis de estímulo en forma de ejercicio e ir aumentando poco a poco, ya que el organismo debe ser capaz de tolerar todo lo que le vaya a venir una vez esté a pie de calle.
4. Retest. Una vez hemos aplicado el reajuste es necesario volver a testar el músculo que fallaba para confirmar que todo está bien. Tras una valoración del rango de movimiento se comprueba que en la mayor parte de las veces éste aumenta.
Y después… ¡a entrenar!
Una vez los músculos están activados, lo más indicado es continuar con unentrenamiento. Según el experto, corregir el fallo muscular puede llevar alrededor de dos meses o tres, pero la gran pregunta es qué hacer luego. Establecer unas rutinas de entrenamiento para todo el sistema muscular del organismo sería lo más conveniente. El propio centro está equipado con diferentes máquinas con las que poco a poco podemos ir trabajando aquellas partes que hemos activado previamente con las sesiones con el monitor. Los entrenamientos siempre son individualizados y se ajustan siempre al tiempo disponible de cada uno y a sus necesidades. Por el contrario hay mucha otra gente que prefiere realizar el entrenamiento por su cuentaporque ya disponían de un entrenador personal, algo que es bastante frecuente, sobre todo con los que se dedican al deporte de forma profesional. Las personassedentarias cuando ven los resultados de estar muscularmente activados, suelen tomar consciencia e inician también una práctica rutinaria de deporte.
Artículo Original, Fuente: Estar Bien